Respirar es la primera experiencia que vivimos todos los seres humanos
al nacer.
Nuestro cuerpo está programado automáticamente para
esta acción, garantizando un suministro continuo de oxígeno.
¿Qué nos impide respirar bien?
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Las situaciones de estrés o tensión.
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Una mala postura.
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El
consumo de ciertas sustancias como medicamentos, alcohol o café puede producir alteraciones
respiratorias.
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Los desórdenes médicos (afecciones
respiratorias, asma, alergias, sinusitis, congestión nasal, etcétera)
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La contaminación, la presencia de humos o los espacios mal ventilados son
también un factor de riesgo.
Respiración
profunda. Con la fase abdominal, donde empujamos con el diafragma todos los
órganos hacia abajo, produciéndose un masaje a todos los órganos, se abre el
espacio abdominal entrando aire en la parte inferior de los pulmones, quiere
decir que nuestro abdomen se sube, la mano que tenemos sobre el pecho se va
mover también porque los intercostales están abriendo el espacio. Se mantiene
unos segundos para que las células se oxigenen y a la espiración vuelve hacia
adentro de manera natural, lentamente