La membrana sinovial produce una pequeña
cantidad de líquido articular, a modo de lubricante, que facilita los
movimientos de la articulación.
Posibles causas de un derrame articular:
- Generalmente los derrames son la consecuencia de un traumatismo.
- Una caída o un golpe pueden provocar la lesión de alguna de las tantas estructuras que componen la rodilla.
- Los esguinces y las lesiones meniscales son los más comunes.
- La condromalacia y en general las lesiones cartilaginosas.
- La artritis reumatoide o la osteoratritis pueden conducir a la acumulación de líquido en la rodilla.
- Después de un accidente
- Puede ser causada debido a la gota y la pseudo-gota.
Cuando tenemos un
derrame de líquido sinovial, el síntoma más frecuente es la hinchazón acompañada de dolor,
sobre todo cuando intentamos mover la articulación. En
caso de derrame articular la punción articular permite la extracción del
líquido articular y hace desaparecer el dolor.
Las medidas básicas que ayudan mucho ante
esta situación es el manejo del RICE (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación); y
no hacer movimientos bruscos hasta que tu articulación vuelva a estar bien. Si el derrame
fue a causa de una fractura necesitaras yeso o un inmovilizador.
El tratamiento posterior cuando ya no haya
dolor es realizar fisioterapia, donde se plantearan ejercicios para fortalecer
los músculos cuádriceps y estiramiento pasivos y activos para recuperar toda la
movilidad de la articulación.
Servicio de Terapia Física y Rehabilitación - Fisiopersonal
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