Debemos cuidar de nuestros mayores como ellos en su día cuidaron de
nosotros. Generalmente suele haber un cuidador principal, el que pasa más
tiempo con el adulto mayor y se ocupa de su cuidado integral. Este cuidador es
el encargado de cubrir todas las esferas del anciano, a nivel psíquico, físico,
y social.
FÍSICO:
- Le ayudaremos o realizaremos la higiene personal.
- Administraremos la medicación o llevaremos su control.
- Controlaremos su alimentación y su hidratación.
- Vigilaremos cualquier alteración en su piel, uñas, ojos, etc…
- Prestaremos ayuda en su movilidad, tanto en desplazamientos como en trasferencias o cambios posturales.
- Llevaremos a cabo todo esto, siempre teniendo en cuenta que hay que dar al anciano la mayor autonomía posible.
PSÍQUICO:
- Vigilaremos los cambios que pueda sufrir, en cuanto a su nivel de conciencia.
- Estaremos pendientes del estado de ánimo.
- Observaremos las alteraciones del sueño.
SOCIAL:
- Le incentivaremos para que realice sus actividades diarias.
- Intentaremos que el anciano esté orientado en el tiempo, que sepa la fecha: día que es, estación del año y festividades.
- Haremos que ejercite su memoria, sobre todo la memoria reciente.
CÓMO EVITAR LAS CAÍDAS:
- Adaptando el cuarto de baño, colocando alfombrillas antideslizantes dentro y fuera de la ducha o bañera, colocando agarraderas para entrar y salir de la bañera y para sentarse y levantarse del inodoro.
- Mantener los suelos secos cuando se desplace el anciano por el domicilio para evitar resbalones, sobre todo en cocina y cuarto de baño.
- Que el anciano utilice un calzado adecuado, que sea cerrado para que le sujete el pie y con suela de goma o antideslizante.
- Cuando baje o suba escaleras, que vaya agarrado al pasamanos.
- Que el domicilio no tenga obstáculos con los que pueda tropezar.
- Durante la noche, dejar iluminación suficiente para que vea si tiene que ir al baño.