El síndrome de Asperger a menudo se considera una
forma de autismo de alto funcionamiento. El síndrome de Asperger es un
trastorno generalizado del desarrollo (TGD) o un trastorno del espectro
autista.
La causa exacta se desconoce, pero es muy probable
que una anomalía en el cerebro sea la causa del síndrome de Asperger.
Los factores genéticos pueden jugar un papel, ya que el trastorno tiende a
ser hereditario, pero no se ha identificado un gen específico. La afección
parece ser más común en los niños que en las niñas.
Aunque las personas con síndrome de Asperger con
frecuencia tienen dificultad a nivel social, muchas tienen
una inteligencia por encima del promedio y pueden sobresalir en campos
como la programación informática y la ciencia. No presentan retraso en el
desarrollo cognitivo, las habilidades para cuidar de sí mismos ni la curiosidad
acerca del entorno.
Los síntomas a identificar en un niño que padece de
síndrome de asperger son:
- Se tornan demasiado concentradas u obsesionadas con un solo objeto o tema, ignorando todos los demás.
- No se aíslan del mundo de la manera en que lo hacen las personas con un trastorno autista.
- Sus problemas con el habla y el lenguaje en un escenario social a menudo lo llevan al aislamiento.
- Tienen problemas para formar relaciones con niños de su misma edad u otros adultos.
- Pueden mostrar retrasos en el desarrollo motor y comportamientos físicos inusuales.
La mayoría de los médicos busca un grupo básico de
comportamientos que les ayude a diagnosticar el síndrome de Asperger. Estos
comportamientos abarcan:
- Contacto ocular anormal.
- Retraimiento.
- No voltearse al ser llamado por el nombre.
- Incapacidad para usar gestos para apuntar o mostrar.
- Falta de juego interactivo.
- Falta de interés en los compañeros.
Los síntomas pueden ser notorios en los primeros
meses de vida. Los problemas deben ser obvios hacia la edad de 3 años.
El tratamiento a seguir para niños con síndrome de
Asperger le enseñan habilidades basándose en una serie de pasos simples y
empleando actividades altamente estructuradas que pueden abarcar:
- Terapia cognitiva o psicoterapia para ayudar a los niños a manejar sus emociones, comportamientos repetitivos y obsesiones.
- Capacitación para los padres con el fin de enseñarles técnicas que pueden usarse en casa.
- Fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar con las destrezas motoras y los problemas sensoriales.
- Terapia de lenguaje para ayudar con la habilidad de la conversación cotidiana.
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