El tobillo se lesiona con frecuencia en actividades diarias laborales,
deportivas y recreativas. El tobillo, una articulación de tipo bisagra, recibe
cargas enormes, especialmente en la carrera o en deportes con giro sobre la
extremidad.
Los esguinces del tobillo resultan del desplazamiento hacia dentro o
hacia fuera del pie, distendiendo o rompiendo los ligamentos de la cara interna
o externa del tobillo. El dolor de un esguince de tobillo es intenso y con
frecuencia impide que el individuo pueda trabajar o practicar su deporte
durante un periodo variable de tiempo. Sin embargo, con un tratamiento
adecuado, los esguinces de tobillo en la mayoría de los casos curan rápidamente
y no se convierten en un problema crónico.
El objetivo primario del tratamiento es evitar el edema que se produce
tras la lesión. La aplicación de hielo es básica en los dos o tres primeros
días, junto con la colocación de un vendaje compresivo. Si hay dolor al caminar,
debe evitarse el apoyo usando unas muletas para evitar aumentar la lesión.
Dependiendo de la severidad de la lesión una férula o un yeso pueden ser
efectivos para prevenir mayores daños y acelerar la cicatrización del
ligamento.
La movilización del tobillo (flexión y extensión) y trazar círculos con
el pie (hacia fuera y hacia dentro), pueden ayudar a reducir la inflamación y
previenen la rigidez. Dependiendo de la severidad de la lesión, su fisioterapeuta
puede ayudarle con un programa de rehabilitación apropiado para conseguir un
retorno rápido a la actividad deportiva.
El tratamiento inicial puede resumirse en cuatro palabras:
- Reposo: Es una parte esencial del proceso de recuperación. Si necesita bastones siga los consejos de un fisioterapeuta sobre la forma de usarlos: puede necesitar un apoyo parcial o una descarga completa dependiendo de la lesión y el nivel de dolor. El reposo no impide la realización simultánea de ejercicios en descarga, como la natación o la bicicleta estática.
- Hielo: Llene una bolsa de plástico con hielo triturado y colóquela sobre la zona inflamada. Para proteger la piel, ponga la bolsa de hielo sobre una capa de vendaje elástico empapada en agua fría. Mantener el hielo durante periodos de aproximadamente treinta minutos.
- Compresión: Comprimir la zona lesionada con un vendaje elástico. Éste protege el ligamento lesionado y reduce la inflamación. La tensión del vendaje debe ser firme y uniforme, pero nunca debe estar demasiado apretado.
- Elevación: Mientras se aplica hielo, eleve la zona lesionada por encima del nivel del corazón. Continúe con este procedimiento en las horas siguientes, con el vendaje de compresión colocado.
Los dos objetivos de la rehabilitación son:
- Disminuir la inflamación
- Fortalecer los músculos que rodean el tobillo.
- Realizar ejercicios para fortalecer el tobillo.
Para volver a practicar deportes, generalmente
se recomienda que la inflamación o el dolor no existan o sean mínimos. Su fisioterapeuta
debe guiarle en su retorno a la práctica deportiva.
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