Los trastornos de ansiedad se
encuentran entre los más comunes de los problemas mentales, emocionales y de
comportamiento. Además, pueden coexistir con trastornos de salud físicos que
necesitan tratamiento.
Los niños se enfrentan cada
día a multitud de actividades y situaciones que suponen todo un desafío para
ellos: el rendimiento en el colegio, las actividades extraescolares, los
problemas con sus compañeros, los problemas en casa, entre otras causas; que en
ocasiones sienten que no son capaces de controlar y se muestran muy preocupados
y ansiosos.
Los niños manifiestan sus
miedos de varias maneras: unos lloran, otros se quedan muy quietos, otros no se
despegan de su madre, y algunos pueden llegar a presentar tics nerviosos, muy
habituales a esta edad, pero que desaparecerán pronto.
Los niños ansiosos
habitualmente evitan las situaciones que les producen dicha ansiedad, por
ejemplo, rechazan el colegio, no van a fiestas, al médico, etc. Además también
señalan que sufrir ansiedad en la infancia es un factor de riesgo, que aumenta
las posibilidades de sufrir trastornos
mentales en la edad adulta.
Si tu hijo experimenta sentimientos de ansiedad o
estrés, prueba estos consejos:
- Tu niño aprende de tu ejemplo, de modo que antes de nada lo más importante es controlar tus propios sentimientos. Si te cuesta hacerlo, es probable que “contagies” a tu hijo.
- No subestimes sus sentimientos. Es preferible que le animes a compartir contigo sus preocupaciones, escuchándole y ofreciéndole tu apoyo. Necesitará saber que cuenta con tu ayuda.
- Conserva la calma, sonríe y háblale con suavidad.
- Emplea técnicas de distracción, como cantar, jugar, escuchar música; para ayudarlo a reducir sus temores.
- Mantén a tu hijo sano. El ejercicio y la actividad física regular son muy beneficiosos para mejorar el estado de ánimo, incrementar la autoestima y reducir las reacciones físicas y psicológicas frente al estrés.
- No le sobrecargues de actividades, siempre es bueno un límite. La saturación de tareas, obligaciones y actividades extraescolares pueden estresarle.
- Evita exponer a tu hijo a imágenes violentas o desagradables.
Presta atención a estas señales y consulta a un médico si:
- Sus preocupaciones y angustia no disminuyen y aumentan con el tiempo o provocan reacciones físicas como respiración rápida, sudores, vómitos, mareos, diarreas, dolores de cabeza…
- La ansiedad afecta a otras áreas de su vida.
Servicio de Terapia Física y Rehabilitación - Fisiopersonal
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