¿Qué es?
La mastectomía es la extirpación quirúrgica de la mama, para tratar enfermedades
del tejido mamario, como el cáncer de mama.
¿Qué tipos hay?
Existen cuatro tipos de mastectomía:
• Mastectomía subcutánea: se extirpa toda la glándula mamaria pero se deja
el pezón y la areola.
• Mastectomía simple: extirpación de toda la glándula mamaria pero no de los
ganglios linfáticos que se encuentran debajo del brazo (ganglios axilares).
• Mastectomía radical: extirpación de la mama, de los músculos pectorales y de los ganglios linfáticos axilares. Esta
cirugía se consideró durante muchos años como el estándar para mujeres con
cáncer de mama, pero en la actualidad se utiliza en muy pocas ocasiones.
• Mastectomía radical modificada: extirpación de toda la mama y de la mayoría
de los ganglios linfáticos axilares, conservando los músculos pectorales. Hoy
en día es la técnica más empleada.
Los riesgos relacionados específicamente con la extirpación de
los ganglios linfáticos cercanos:
• Dolor y adormecimiento en la parte superior e interna del brazo.
• Muchas pacientes experimentan rigidez en el hombro después de la extirpación
de los ganglios linfáticos de la axila, con limitación de la movilidad y que
mejora con el tiempo, el ejercicio y la fisioterapia.
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Tras una mastectomía radical, existe un riesgo
de desarrollar linfedema de hasta un 10%.
Dato importante
Como ya se ha explicado anteriormente en el artículo de Linfedema, el
ejercicio físico es muy útil para prevenir o aliviar las secuelas físicas de la
enfermedad. Es imprescindible seguir las pautas del fisioterapeuta, éste le
indicará los ejercicios que debe realizar, cómo hacerlos y la intensidad de los
mismos. Progresivamente, se irán introduciendo
un mayor número de movimientos, que deberá llevar a cabo con suavidad y de
forma repetitiva, y que le ayudarán a recobrar la movilidad del brazo y del
hombro.