Los tendones son las terminaciones que
tienen los músculos para unirse al hueso. Estos se encargan de transmitir la
fuerza de contracción al músculo para que se produzca movimiento.
La causa principal de la tendinitis
rotuliana en el ciclismo es la que se produce por una mala postura de la
pierna del ciclista en relación con la posición del pedal de la bicicleta y que
poco a poco va dañando el tendón hasta producir una inflamación del mismo a la
que se conoce como micro traumatismo por repetición.
Los síntomas más frecuentes cuando un
ciclista sufre una tendinitis rotuliana pueden ser:
· Dolor y sensibilidad en el área
del tendón rotuliano.
· Edema e hinchazón en la zona.
· Dolor al pedalear o simplemente
al caminar.
Dolor al flexionar o extender
la pierna.
Las pautas generales a seguir ante una
sospecha de tendinitis rotuliana son las siguientes:
· Reposo de la zona afectada
· Aplicar frío local (Disminuye
el edema, calma el dolor, reduce el espasmo muscular, favorece la
recuperación), se realizará durante las primeras 24-48 horas desde que se
produce la lesión cada 3-4 horas a intervalos de 10 minutos
· Compresión: Se debe comprimir
la zona mediante un vendaje elástico con el fin de reducir el edema y la
hemorragia producidos en la lesión.
· Elevación de la zona afectada:
Se recomienda elevar la zona afectada durante los 2 primeros días
· Aplicación de calor:
Transcurridas las primeras 48 horas de la fase aguda de la lesión se debe
aplicar calor en la zona de los cuádriceps.
· Podemos prevenir realizando una
rutina de ejercicios de estiramiento posterior al ejercicio y manteniendo una
adecuada técnica de pedaleo.