BRUXISMO


Para la mayoría de las personas, el bruxismo es un hábito inconsciente. Es cuando una persona aprieta los dientes (sujeta fuertemente los dientes superiores e inferiores) o los hace rechinar (deslizar o frotar los dientes de atrás hacia adelante uno sobre el otro).

Provoca que los dientes duelan o se aflojen, además de destruir el hueso que soporta al diente y causar problemas de articulación temporomandibular.

El bruxismo puede presentar signos tales como:
  • Dolor facial, de cabeza y cuello.
  • Sensibilidad a las cosas calientes, frías o dulces en los dientes.
  • Dolor o inflamación de la mandíbula.
  • Trastornos alimentarios.

Su odontólogo puede diagnosticar y determinar si la causa de este dolor es por bruxismo. El tratamiento apropiado, dependerá de saber qué es lo que está causando el problema.

Aun no se ha llegado a un acuerdo sobre la causa exacta del bruxismo, pero el estrés durante el día o un periodo prolongado de tiempo puede ser el desencadenante en muchas personas. El hecho de si el bruxismo causa dolor y otros problemas puede ser una mezcla complicada de factores:
  • El nivel de estrés que la persona experimente.
  • Su capacidad de relajarse.
  • Su postura.
  • Cuánto tiempo y qué tan fuerte aprieta y rechina sus dientes.
  • Si los dientes están desalineados.
  • Su dieta.
  • Sus hábitos al dormer.

Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes lo más que se pueda. Para ayudar a aliviar el dolor, hay muchas medidas de cuidados personales que se pueden tomar en casa, como por ejemplo:
  • Aplicar hielo o calor húmedo en los músculos de la mandíbula inflamados.
  • Evitar comer alimentos duros como nueces, dulces o filete.
  • Iniciar Tratamiento de Rehabilitación Física con el objetivo de relajar y reeducar la adecuada función de los músculos del cuello, hombros y cara.
  • Aprender ejercicios de estiramiento fisioterapéuticos para ayudar a recuperar el equilibrio normal de la acción muscular y articular a cada lado de la cabeza.
  • Relajar los músculos faciales y mandibulares a lo largo del día o a indicación del profesional de salud. El objetivo es hacer de la relajación facial un hábito. Es fundamental reducir el estrés diario y para esto debemos aprender técnicas de relajación indicadas por un Fisioterapeuta o Psicólogo como primer paso para solucionar esta situación que empeora nuestra calidad de vida a medida que pasa el tiempo.
  • Tomar mucha agua todos los días.
  • Dormir bien.


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