La fiebre es la elevación sostenida de la temperatura corporal (cuando se
sobrepasa de 37º C, que es lo normal). La toma de esta, depende bajo las
condición es que se hagan (sexo del niño, el momento del día y actividades
previas del niño). La fiebre inexplicable que continua por días o semanas se
denomina fiebre de origen desconocido.
La fiebre es una
parte importante de las defensas del cuerpo contra la infección. La mayoría de
las bacterias y virus que causan las infecciones en las personas prosperan mejor
a 37° C (98.6° F). Muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades
virales menores. Aunque la fiebre sea para nosotros un signo de que se podría
estar presentando una batalla en el cuerpo, dicha fiebre está luchando a favor de
la persona y no en su contra.
Cuando se presenta la
fiebre puede que este acompañado de: pérdida del apetito, vómitos,
irritabilidad, somnolencia, cefalea, llanto, dolor de garganta, dificultades
respiratorias, dolor de oídos y dolor al orinar, entre otras causas.
Un niño con fiebre no tiene por qué quedarse necesariamente en cama, si es
que prefiere jugar. Ese suele ser un síntoma de mejora. Tan sólo es importante
que el niño lleve suficiente ropa cálida, pero sin excederse.
El niño no debe sudar. Por ello, se deben evitar los esfuerzos corporales y
el deporte. Un niño muy enfermo y con fiebre alta no tiene ganas de practicar
ciertas actividades o realizar otro tipo de terapias a las que esté sometido.
Debe permanecer tranquilo para no desperdiciar innecesariamente más energía. Lo
mejor que se puede hacer es observar cómo evoluciona su estado.
Los niños con fiebre pierden muchos más líquidos que cuando su temperatura
es normal, por tanto, deben beber mucho.
Servicio de Terapia Física y Rehabilitación - Fisiopersonal
www.fisiopersonal.com.pe